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Perra

 

Una vez amanecí
con la muerte atada a los tobillos
nunca supe en qué momento
la perra se agarró a mí
ni salir
de la cama podía ni
estirar
los brazos, ningún músculo

ella gustaba tanto
de mí yo
digo perra como si dijera
cuerpo, jaula
yo gustaba un poco
de ella digo
de la muerte nunca
supe en que momento
se agarró de mí
ni cuando amanecí
ni cuando
se hizo de noche.
Lo que perdí en la feria 
de los cuerpos

*****

Busco
una madre
en la feria de los cuerpos
la perdí
mientras dormía
una siesta de otoño
Digo en voz alta
—Madre?
—No hay nadie  —contestan
imaginen
la torpeza
de un ángel
sin alas
Busco en voz alta
este reloj
que tan alto y brillante
marca la hora exacta
donde se pierden las cosas 
que no tienen nombre
Pasa a mi lado un zorzal
Negro y cantarín
—Viste a mi madre?
—No he visto a nadie —contesta
Y cierra los ojos
pesados 
como insectos
Después de horas de andar
se posa en mis labios
una mantis religiosa
—Has visto a mi madre? —le pregunto
por si acaso
y en murmullo
me dice
—Buscá una casa
inventá tu nombre
Imaginen
la torpeza
de un ángel
sin alas.

Abrí una puerta que no era - Shar Antar

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Perra

 

Una vez amanecí
con la muerte atada a los tobillos
nunca supe en qué momento
la perra se agarró a mí
ni salir
de la cama podía ni
estirar
los brazos, ningún músculo

ella gustaba tanto
de mí yo
digo perra como si dijera
cuerpo, jaula
yo gustaba un poco
de ella digo
de la muerte nunca
supe en que momento
se agarró de mí
ni cuando amanecí
ni cuando
se hizo de noche.
Lo que perdí en la feria 
de los cuerpos

*****

Busco
una madre
en la feria de los cuerpos
la perdí
mientras dormía
una siesta de otoño
Digo en voz alta
—Madre?
—No hay nadie  —contestan
imaginen
la torpeza
de un ángel
sin alas
Busco en voz alta
este reloj
que tan alto y brillante
marca la hora exacta
donde se pierden las cosas 
que no tienen nombre
Pasa a mi lado un zorzal
Negro y cantarín
—Viste a mi madre?
—No he visto a nadie —contesta
Y cierra los ojos
pesados 
como insectos
Después de horas de andar
se posa en mis labios
una mantis religiosa
—Has visto a mi madre? —le pregunto
por si acaso
y en murmullo
me dice
—Buscá una casa
inventá tu nombre
Imaginen
la torpeza
de un ángel
sin alas.